Un sueño
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2014-07-09 | ID: 660 | Categoría: Espíritu | Tema: Reflexiones | Tipo: Versos y poemas
Después de cruzar tierras y mares, entre sueños y nubes, sentí encontrar un tesoro en mi corazón; algo así como un Santo Grial. Un gran cáliz que lo contenía todo; y en sus costados, con esplendorosos verdes y azules, se reflejaba enteramente la creación. Como una gran matriz, se presentaba en afloramiento permanente y continua transformación. Desde las galaxias, pasando por la tierra y hasta en los diminutos átomos, vi la armonía de los movimientos que transforman a los astros en grandeza, a los rayos en poder, a las flores en belleza… Cáliz misterioso en donde la creación se transforma en la Gloria del Creador, “el alfa y el omega”, el principio y el fin de toda la creación.
Pero el cáliz mostraba aún más: la sabiduría. A algunos de los seres vivos de la creación, les había sido dado el poder de la conciencia, no tan sólo para conocer y discernir entre el bien y el mal, sino también para testimoniar la nobleza en los actos nobles, la honradez en los honrados, la fidelidad en los fieles, el asombro ante la belleza…
Más tarde, les fue dado el conocimiento a los humildes…
Por último, como con tapa de oro, el cáliz mostró el misterio del amor y de la misericordia (del perdón); para así, y como manifestación de la Gloria Divina, guiar libremente, por voluntad propia, la creación hacia su destino, hacia su sino, hacia su Creador; completando el ciclo del sentido de tal creación.
Es por ello que los seres humanos habríamos sido dotados de la posibilidad de intervenir como coautores en la transformación, o debiera decir, transmutación de las cosa de la naturaleza en cosas trascendentes, en cosas divinas, podríamos decir en cosas de Dios; simplemente maravillándonos y asombrándonos con lo que, gratuitamente, nos ofrece la creación y la vida. De esta forma, en el mundo, en el espíritu y en el alma; todo enraizado en este cáliz, se manifestaba la ‘Gloria del Creador’.
Francisco Bascuñán Letelier