El rol de la comunicación en la expansión de la conciencia

Autor: No especificado | Fecha: 2014-06-15 | ID: 651 | Categoría: Espíritu | Tema: Mente | Tipo: Pensamientos

Foro de Buena Voluntad Mundial Año 2001
Encuentro Interdisciplinario para la Construcción de la Paz
La responsabilidad en las comunicaciones

El rol de la comunicación en la expansión de la conciencia

A partir del título quedan planteados tres temas, cuyo desarrollo les propongo compartir, durante los próximos minutos: la comunicación; la expansión de la conciencia; y la relación entre ambos.

La comunicación

Todo lo que vive en el Universo, y todo lo que ocurre en él, desde el microcosmos hasta el macrocosmos, y desde las partículas subatómicas más pequeñas hasta los grandes sistemas planetarios, está regido por las mismas leyes y signado por algún tipo de comunicación, instrumento que utilizan las formas manifestadas para relacionarse. Los individuos de cada uno de los reinos: el mineral, el vegetal, el animal y el humano, tienen maneras diferentes de comunicarse entre sí, pero la comunicación es una cualidad común a todos ellos.
En el reino humano, la comunicación se verifica en sus dos planos de experiencia: el interno y el externo. El primero abarca la comunicación de las personas consigo mismo, con su propia conciencia y, a través de la intuición, con los planos espirituales superiores; el segundo, es el que tiene que ver con la comunicación con los otros, que en lo privado puede ser gestual, verbal, o escrita, mientras que en lo público funciona a través de los medios de difusión orales, escritos y televisados, o de expresiones artísticas como la literatura, la plástica, y la música.

No es el objetivo de esta exposición profundizar en las diferentes formas de comunicación humana, sino que las traigo a colación sólo para dejarlas enunciadas, para, más adelante, analizar el rol que cumplen en la expansión de la conciencia colectiva.

Pero antes quiero decir algo respecto a este aspecto tan trascendental.

La expansión de la conciencia

De acuerdo con las enseñanzas de la Sabiduría Eterna, la conciencia es el producto de la relación entre las formas manifestadas y la fuente de energía esencial que las anima, que forma parte de los planos espirituales superiores, y es denominada de manera diferente por las distintas religiones. En todas las formas de vida, desde las más simples hasta las más complejas, abarcando todo el espectro de la existencia, se observan diferentes grados de conciencia, que forman parte de lo que conocemos como proceso evolutivo; cada átomo demuestra capacidad de discriminación, como cualquier otro ser vivo o sistema, respondiendo a la ley universal de atracción y repulsión.

En este esquema, los tres reinos que precedieron al humano: el mineral, el vegetal, y el animal, han completado su ciclo evolutivo, son reinos completos en sí mismos, mientras que la humanidad, es el reino que está a mitad de camino entre la identificación con la inteligencia autoconsciente y la plena conciencia, conciencia superior, o Quinto Reino; es su incompletitud, la que origina sus deseos y sueños, motores de la experiencia que la lleva a transitar el camino del placer y del dolor, dos caras de una misma moneda, que son la condición inevitable para el crecimiento y el aprendizaje de la especie.

Si visualizamos al ser humano individual orientado por su conciencia, unida aunque aun inconscientemente con las demás conciencias individuales del resto de los seres humanos, y como parte de una gran conciencia planetaria común, como en realidad es, advertimos que cada modificación producida en esa conciencia colectiva, por pequeña que sea, genera un cambio cualitativo, que denominamos expansión de la conciencia. El mecanismo a través del cual este proceso se verifica, funciona a partir de la experiencia diaria y permanente de miles de millones de personas a lo largo y a lo ancho del planeta, que producen sucesivas y constantes expansiones que, adoptando la forma de espirales ascendentes, tienen como destino acceder a los planos superiores de conciencia causales y espirituales.

El rol de la comunicación en la expansión de la conciencia

En el plano personal interno, cada vez que mediante la experiencia producimos sucesivos “darse cuenta”, estamos expandiendo el nivel de nuestra conciencia y, como consecuencia, el de la conciencia de la especie y el de todo el Universo. Lo mismo ocurre con el plano personal externo que, a partir de la palabra o la acción, modifica los estados de conciencia de nuestro prójimo.

En el mundo global, en el que rigen las mismas leyes que en el personal, la comunicación en todas sus formas opera también a nivel global, relacionando los pensamientos, las palabras y los actos de las personas, sus diferentes grados de oscuridad y de luz, representativos de los distintos estados de conciencia, generando siempre, aun a pesar de las limitaciones propias del nivel evolutivo de la humanidad en su conjunto, cambios cualitativos en dichos estados de conciencia, que tienen la particularidad de ser siempre positivos, hacia adelante, porque la conciencia no involuciona por los llamados hechos negativos, como un análisis superficial parecería indicar, sino que, por el contrario, los aprovecha para su crecimiento.

En su actual nivel evolutivo, la humanidad no está en condiciones de percibir con sus sentidos la realidad tal cual es en todas sus dimensiones, por lo que debe conformarse con el conocimiento de porciones limitadas de la misma; esto la lleva a utilizar imágenes para reemplazarla, que le facilitan la existencia, pero que, al mismo tiempo, la enfrentan con substituciones simplificadoras y reduccionistas.

Platón, que veía claro muchas cosas que aun hoy permanecen veladas por la oscuridad para la mayor parte de los seres humanos, plantea este tema en su obra “La Caverna”, en la alegoría que hace sobre la realidad; para quienes no la conocen o no la recuerdan, les cuento que la imagina como una caverna en cuyo interior las personas están sentadas mirando hacia el fondo, en el que se reflejan las imágenes de lo que ocurre fuera de la caverna, a través de la iluminación que proviene de su entrada, que está situada detrás de los participantes. Lo que perciben no es la realidad, sino una imagen de ella.

Esto se verifica claramente en la actualidad en los medios de difusión y en las expresiones artísticas, con honrosas excepciones, provenientes de seres más evolucionados. Asimismo, a las limitaciones naturales de la percepción, en este ámbito se agregan los intereses propios del sistema económico-social en el que vivimos, representativo del nivel de evolución de la especie, que dan lugar a deformaciones adicionales de la realidad.
Por ejemplo, los trágicos hechos de violencia que hoy están llenando de dolor y oscuridad al mundo entero, representativos de niveles muy elementales de conciencia -dicho sea de paso, que enfrentan a la potencia poseedora del aparato económico-militar más poderoso de todos los tiempos, con pueblos marginados y lacerados por el hambre y la miseria, dieron lugar a la mayor campaña de prensa de la historia de la humanidad, sustentada por la más grande inversión publicitaria de la que se tenga memoria, que en pocos días consiguió instalar, sin necesidad de prueba alguna, y con la complicidad consciente o inconsciente de todos los medios de difusión del mundo, la imagen de que un solo hombre es el responsable de todo el terrorismo planetario, creando un verdadero demonio, un genio del mal que reina en un infierno de seres malvados y perversos.

No obstante la obvia falacia informativa, que puede engañar a muchos distraídos, existen infinidad de mentes sensibles e inteligentes que perciben la  realidad que se pretende esconder detrás de la imagen creada; y la comunicación, aunque deformada y tendenciosa, cumple igual su rol de producir expansión de la conciencia en los seres más preparados, más evolucionados.

Aprendemos a leer y a escuchar entre líneas en los medios de difusión, porque nos vamos dando cuenta de los intereses ocultos detrás de cada noticia. Nadie es tan ingenuo para pretender que en el fragor de una guerra sin sentido, como lo son todas las guerras, en la que se enfrentan terroristas pobres con terroristas ricos, la CNN, soporte informativo de los organismos de seguridad de los EE.UU., sea objetiva y contemple las razones de los afganos; o que Al Jazeera, el canal árabe con sede en Qatar, tenga en cuenta el punto de vista de los norteamericanos. Así, con verdades a medias y mentiras encubiertas, cada uno trata de defender sus intereses, procurando parecer objetivo, para no perder audiencia ni avisadores, que son quienes sostienen el negocio. A pesar de todo, en el fondo, la premisa siempre opera: la comunicación, aunque evidentemente distorsionada y falsa, consigue generar expansión de la conciencia entre grandes masas de personas, que se dan cuenta de que se les está queriendo vender gato por liebre.

En nuestro país, sabemos también que cada medio de difusión ve la realidad con sus propios ojos. ¿Cómo es posible esto si la realidad es una sola? Porque, como explicara antes, ella no es aprehensible en su totalidad por los sentidos, lo que permite que cada cual la vea desde el punto de vista que conviene a sus particulares intereses económicos, políticos, o de cualquier otra índole. Pero todos aprendemos a hacer nuestras deducciones y sabemos aproximarnos cada vez más a la verdad, en línea con nuestro nivel evolutivo. Con este  simple ejercicio, repetido diariamente, nuestra conciencia se expande, y la comunicación defectuosa, se transforma en virtuosa.

En cuanto a las expresiones artísticas, sabemos que no es lo mismo el cine de Hollywood que el iraní; o el teatro inglés, que el originado en el tercer mundo. Unos deben responder a las necesidades de poblaciones satisfechas en lo material, que buscan distraerse, mientras que los otros sienten que su misión es denunciar las injusticias que afligen a sus pueblos alejados de la mano de Dios, que tratan de sobrevivir bajo la presión de la violencia que implica la miseria. Pero, no obstante, en este caso también la premisa se cumple: en cada lugar hay gente consciente que sabe que con su obra contribuye a producir saltos cualitativos en la conciencia colectiva, y espectadores que aceptan recibir el mensaje que los ayuda a crecer.

Lo mismo vale para la literatura: se escribe mucho material descartable, que refleja oscuridad; pero también hay trabajos llenos de luz y de amor, al servicio del aprendizaje. También hay música oscura, y luminosa. Ambas, como en todos los casos citados anteriormente, responden al estado de desarrollo de la conciencia de quienes las producen y de aquellos a quienes van dirigidas.

En síntesis, estoy convencido de que la comunicación, aun cuando no se lo proponga específicamente, más, aunque se proponga lo contrario, siempre desempeña un rol positivo en relación con la expansión de la conciencia.

Visión del futuro

La continuación del tránsito de la humanidad por su camino de evolución hasta acceder al Quinto Reino, el de la conciencia plena en la tierra, es inexorable; así lo enseña la Sabiduría Eterna y lo demuestra la historia. Los más conscientes llegarán antes a ese estado, pero todos llegarán algún día. La vibración colectiva se irá elevando hasta estar en línea con la de su Alma grupal. Simultáneamente, el nivel vibratorio de todas las actividades de los hombres, también se irá elevando. Cada vez será menos necesario experimentar el dolor para crecer; la seguridad que da la certeza de formar parte de una energía superior común a todos, hará que junto con el temor desaparezcan el egoísmo y la soberbia; las guerras dejarán también de ser necesarias; y el mandato supremo del amaos los unos a los otros, que resume todo el mensaje de los grandes maestros, será realidad en nuestro planeta.

La misión de la comunicación continuará siendo la misma: contribuir a la expansión de la conciencia, pero entonces en un plano superior. Mientras tanto, la mayor responsabilidad seguirá recayendo sobre los seres más conscientes, más iluminados; ellos están presentes en todas las actividades humanas y, por supuesto, también en la comunicación, y son, precisamente por su mayor nivel de conciencia, quienes deben liderar el proceso.
Agrupamiento de los hombres de luz.

Para concluir, quiero dejarles como mensaje, que siento que la manera eficiente de servir aquí y ahora, consiste en elevar el nivel de nuestra propia conciencia, y contribuir a la elevación del nivel de la conciencia de los demás, tratando de trabajar agrupados, para lograr estos objetivos, como forma de superar los problemas que hoy sufre nuestra raza, propios de la parte del camino por la que está transitando. 

Enrique
Fundación Lucis

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