Del juego de palabras al cambio de la realidad

Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2014-05-20 | ID: 638 | Categoría: Cosmos | Tema: Ciencias sociales | Tipo: Denuncias

Los actuales medios de comunicación (TV, videos, cine, radio, etc.), poco a poco a través del lenguaje, nos han llevado a relativizar los actos delictuales alineándose con las políticas de la Naciones Unidas y ciertas ONGs, en el sentido de dar, cada día, más beneficios y protección a los perseguidos por la justicia y a los desestabilizadores del orden establecido, al mismo tiempo, con juegos de palabras y situaciones ficticias, nos van cambiando la realidad.

Ante esta situación, se alinean no sólo la inhumana turba de delincuentes que obviamente salen favorecidos, sino que peligrosamente todos los poderes del estado. Las fuerzas de orden se ven defraudadas cuando después de arriesgar sus vidas en la defensa del orden para el bien de la comunidad, se encuentran enjuiciadas no tan sólo por la misma comunidad sino que también por los poderes del Estado, muy especialmente por la justicia. Según algunos de ellos, dicen no poder hacer nada ante leyes mal hechas, ya sea por estar mal redactadas y muchas otras veces, para ajustarse al orden internacional el que, endiosado, pareciera ser axiomático, incuestionable y todopoderoso.

Pero más allá de la cuestión mediática, nos enfrentamos a un cambio radical de la realidad. Así, después de haber vivido una clara situación, al poco andar de los años, vemos que esa misma realidad se ha transformado en algo completamente distinta, debido a los incontables y diversos relatos engañosos que empiezan como simples cuentos de cine o de teleserie, para terminar en una indiscutida y dogmática verdad. A los alumnos del curso de uno de mis nietos, el colegio les obliga a leer sus guiones y ver la película “Machuca” de Andrés Wood, para que “aprecien algo de nuestra historia recién pasada”, a pesar que sabemos de antemano que lo ahí descrito no corresponde a la verdad. A esta altura del desarrollo de nuestra cultura, es simplemente irrisorio, sino de mal gusto, siquiera dudar de que los empresarios no son unos bandidos, que el gobierno de Pinochet haya realizado algo medianamente bueno, siquiera dudar que el gobierno de Aylwin haya derrumbado el edificio de un partido político quedándose con todo lo que había adentro de él, que el Sr. y la Sra. Honecker son unas bellísimas personas que merecían todo nuestro afecto y asilo en nuestra patria, que la izquierda tiene preferencia por los pobres, etc.; habría que abrir un anexo si se pretendiera hacer una lista de paradigmas en este sentido.

Un lector nos escribe: “Esto es muy interesante, especialmente para nuestro país, donde ahora no se habla de autorizar el aborto, sino de "despenalizar el aborto". Típico juego de palabras, propio de actuales medios de comunicación, destinado a suavizar o disfrazar la idea o el sentido del concepto. Otros ejemplos: ayudista por cómplice, antisistémico por terrorista, progresista por izquierdista o comunista, antisocial por ladrón o delincuente, etc.”

En definitiva, no sabemos a ciencia cierta, cómo se va a redactar la historia de nuestra generación, tan llena de puntos de vista antagónicos y antecedentes repletos de mentiras, donde jugando con las palabras, nos han cambiado la realidad.

Francisco Bascuñán Letelier

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