Antropología trinitaria
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 1999-01-01 | ID: 630 | Categoría: Alma | Tema: Filosofía | Tipo: Ensayos y estudios
ANTROPOLOGÍA TRINITARIA
El hombre en tres dimensiones
3.ª Edición 2003
A mi gran familia:
Francisco Bascuñán Letelier
La Serena 1999
PRÓLOGO
Ha habido muchos intentos de aunar criterios para aproximar la ciencia a la metafísica. Se ha escrito hasta ecuaciones de Dios. Todo intento es válido, más aun si consideramos que en las matemáticas de Dios, en su infinita sabiduría, debe haber ecuaciones para todo. Sin embargo, creemos que el hombre actual, con todo su enorme adelanto científico y poco desarrollo espiritual, lo que necesita es un mayor pensamiento filosófico aunque sea basado en las ciencias positivas.
No podemos dejar de lado el peligro del positivismo, proceso por el cual hemos llegado a aberraciones y atrocidades inconcebibles. Pero si nos arriesgamos a usarlo como elemento de análisis, hagámoslo con inteligencia y cuidado. Por otro lado, la ciencia exacta debe entender la necesidad de filosofar para dar sentido ético a su pensamiento, y poder llegar así a resultados verdaderamente globales que satisfaga al hombre integral, a la naturaleza y a la creación en conjunto. La creación es un todo interrelacionado entre diferentes estados naturales, es decir, de diferentes naturalezas.
Aquí trataremos de dar luz a estas interrelaciones, y para ello, definiremos un modelo de pensamiento tal, que nos permita expresar estas ideas y con ellas, aumentar y perfeccionar nuestro conocimiento. Es decir, vamos a poner a la ciencia al servicio de la filosofía; vamos a nutrir a la metafísica con elementos científicos. Por otro lado, a partir de la fe, también llegaremos a modelos más o menos científicos.
Cuando hablamos de fe, hablamos de la inspiración que ha invadido los espíritus de cientos y miles de hombres en cientos y miles de años. Así, se ha ido formando el conocimiento, el "gran conocimiento", el "conocimiento místico"; todo lo cual ha ido dando paso a la Metafísica. Este conocimiento metafísico, a diferencia de lo que muchos creen, va adelante del científico. El conocimiento místico se nutre por la corriente de la intuición, es creador, no se limita sólo a comprobar las propuestas con evaluaciones empíricas, que es lo que hace la ciencia. El conocimiento científico, unido a la soberbia, es de extremada peligrosidad cuando niega lo que no puede comprobar a través de la razón, es lo que llamamos positivismo. Como dijimos, tendremos que seguir aunando criterios para ayudarnos unos con otros, pero fijándonos como norte, el desarrollo del hombre integral.
INTRODUCCIÓN
Hoy, una mañana brillante de principios de primavera en el año del Espíritu Santo, es en el campo, hay flores y pasto verde, verde de esperanza de un mañana mejor.. ¿Será posible algo mejor?,.. una mayor conciencia de la belleza, ...tal vez...
Hoy y aquí
Tiempo y Espacio
¿Hay algo más fuera de esto? ¡Esta es la cuestión!
Buscar un sentido a la naturaleza, es entrar en la teología fundamental. Creer, es entrar en la opción creyente. Yo estoy en esta opción y creo:
Creo en Dios
Creo en su Creación
Creo en el Hombre
Creo en su dimensión espiritual, el amor
Este es el punto de partida.
Estamos en las coordenadas tiempo y espacio.
Es lo más tangible, es como lo inseparable. Pero se siente que hay algo más fuera de estas coordenadas. Se dice que el "sentimiento" tiene un lugar en el cerebro, seguramente lo tiene, pero el hecho de sentir, la conciencia de sentir, sentir amor, sentir esperanza, creer en algo no enteramente razonable, sentir la intuición que no tiene explicación, tener la capacidad de entrar en el mundo místico, de misterio y de divino; y en definitiva, darle sentido al sentimiento, es indudablemente entrar en una coordenada diferente a la del espacio y a la del tiempo. El hombre entra a darle sentido a la vida y a la muerte, trasciende a las coordenadas espacio-tiempo y toma conciencia de ello.
Si aceptamos tener esta coordenada, y el mundo creyente sí lo acepta, significa que nuestro ser se encuentra como volando entre tres planos, somos tridimensionales. Y nosotros sólo nos proyectamos en los respectivos planos: en el plano espacio tiempo o "Plano Cósmico" para vernos con cuerpo, cuerpo atrapado en este plano, cuerpo inmanente a este plano. Así también, nos proyectamos en el plano formado por el espacio y esta nueva coordenada, eje místico, para forjarnos el "Alma", alma inmanente a este segundo plano que llamamos "Plano Sacramental". Por último, también nos proyectamos en un tercer plano, que llamamos "Plano Escatológico" y que se encuentra formado por el eje místico y el eje del tiempo; donde cohabitan los espíritus, espíritus inmanentes a este plano escatológico.
Son tres coordenadas (ejes), tres planos y semejándonos a Dios, tres personas. Fuimos creados en semejanza (Génesis 1, 26-27),.
En el desarrollo de estas líneas, intentaremos ver la separación que pudiere existir entre "alma" y "espíritu" tantas veces semejándolas a un sólo concepto. Más aun, consideramos que hay una unión entre cuerpo, alma y espíritu, de tal forma que forman un solo ser. Así, propondremos que:
El hombre es la unión hipostática de tres personas diferentes para constituir un solo ser.
La "Creación" viene del Padre; Cristo, el Verbo, es el "Testimonio"; y el Espíritu es el "Amor en el Tiempo". Nuestra persona cuerpo, es a Cristo, como nuestra persona alma es al Padre y como nuestra persona espíritu es al Espíritu Santo. La diferencia que existe entre nuestras tres personas es semejante a la diferencia que existe entre las personas Padre, Hijo y Espíritu Santo propiamente tal.
Estos tres faros nos iluminarán la mente para desarrollar el presente escrito.
LA NAVE
Construcción del modelo
La idea siempre va más allá que el lenguaje. Al escribir, dibujar o cantar, se sintetiza la idea, dejándola en alguna forma trunca. De aquí que en la antigüedad, estuviera prohibido expresar o escribir la palabra Dios, porque al hacerlo, ya dejaba de ser lo que se quería expresar. Se decía, el Innombrable. Mucho después, los judíos aceptaron decir Yahvé que significa " Es el que Es", y así , hasta el día de hoy, en que se ha ido enriqueciendo el concepto de Dios Trino pero con el peligro de irlo desfigurando con atributos y condiciones que no le pertenecen.
Del silencio a la palabra.
Hoy, para estudiar algo que es muy complicado, se procede a confeccionar un "Modelo". Con estos modelos se ha estudiado la electricidad, sin, hasta el día de hoy, saber bien, ni menos ver, lo que ella significa. Lo mismo con el estudio de los átomos, donde se ha llegado a desarrollar energías enormes sin conocer bien ni ver un átomo; más aun, lo que se ha podido constatar sólo sirve para cambiar los modelos por otros más elaborados; pero siguen siendo sólo modelos.
Los invito a construir un modelo que nos permita conocer mejor otros mundos con el objeto de perfeccionarnos, acrecentando el conocimiento de nosotros mismos, de los demás y de la creación toda.
Un modelo es como un barco o un avión, una nave. Al comienzo de su construcción es débil, hasta que no le coloquemos los debidos refuerzos; por lo tanto, al principio no lo podemos someter a grandes esfuerzos porque lo destruiríamos antes de empezar a navegar. Tampoco lo miremos en menos, ya que con ella, navegaremos en profundidades insondables y en alturas inimaginables. Es un viaje personal, maravilloso, tal vez peligroso. Por ello, después de los refuerzos, debemos escoger muy bien sus mástiles y velámenes; y nosotros, los navegantes, tendremos que ser valientes y prudentes, para llegar sólo a los lugares a los cuales estemos preparados. Dejemos la soberbia en tierra, ya que es muy posible que no estemos preparados para ver y sentir la miseria extrema, no sólo la miseria del cuerpo sino la del alma y la del espíritu. También es posible que no estemos preparados para sentir la gloria porque nos podemos quemar. Por último, tenemos que tener buenas cartas de navegación, obviamente serán los libros sagrados de nuestros antepasados, le haremos caso a los viejos, a los sabios, a la tradición, a los cientos de miles de personas que han pensado, han sido inspiradas y han aportado al conocimiento, en tiempos pasados, mucho antes que nosotros.
El esqueleto de nuestra nave serán tres elementos básicos que sean capaces de sustentar lo máximo conocido y sus refuerzos, resistir los máximos embates por conocer.
Los ejes y los planos
Proponemos que los elementos básicos que van a constituir el esqueleto de nuestro barco, sean tres. Uno de ellos es el "espacio". El otro, que es consustancial al espacio, es el "tiempo". El último, el que nos asemeja a Dios, el "conocimiento"; antes le llamamos "misticismo", más adelante lo vincularemos con el amor y las virtudes. El nombre no importa tanto, lo que sí importa es lo que significa y esto es, la "trascendencia" del hombre.
La idea es configurar tres ejes con estos tres elementos. Dos ejes forman un plano, tres ejes forman entre sí, tres planos. Serán tres mundos donde cada uno de nosotros vive; somos seres de tres mundos. Si navegar en un mundo puede llegar a ser complicado, lo será mucho más en tres mundos diferentes. ¡Pero si lo hacemos, Uds. concordarán que el viaje será fascinante!
¿Cómo están constituidos estos tres ejes básicos y estos tres planos?
Espacio:
En realidad el espacio es una función de tres dimensiones, se podría decir alto, ancho y largo. Un punto queda definido en el espacio por tres coordenadas. Pero el espacio, además de ser una función que está vinculada con sus dimensiones propias, también lo está con otras funciones, por ejemplo, con el tiempo.
Tiempo:
Es una función de tres vectores: la flecha termodinámica, la flecha psicológica y la flecha cosmológica ("Historia del Tiempo"); el tiempo se genera en la expansión del espacio. También se repite el número tres; número cabalístico, número que en el fondo le da dimensión a la tensión. Dos fuerzas tensionan, tres torcionan. (En electricidad esto se manifiesta bien en el estudio de las corrientes trifásicas, que corresponde a tres vectores que torsionan).
Misticismo, Conocimiento, Amor:
La tercera dimensión que dará forma a nuestra nave, es el conocimiento. El conocimiento es adquirido y percibido por nuestro ser a través de una adecuada y proporcionada dosis entre razón e intuición. La teoría del conocimiento es compleja, pero en última instancia nos lleva a comprender y discernir, sin darle cabida a dudas, entre lo que en conciencia consideramos "bien" o "mal". Cuan amplia sea nuestra conciencia, más claro es nuestro discernimiento.
El concepto de discernimiento o "libre albedrío" implica, como es obvio, el concepto de "libertad" a tal punto que sin libertad no hay posibilidad de elección y por consiguiente todo lo que obliga y no posibilita la libertad, no pertenece a esta coordenada. La libertad y el discernimiento, van intrínsecamente unidas.
Ahora bien, ¿cuáles son las dimensiones, o valores, que se juegan en este eje del conocimiento? Diremos que son las que hacen aumentar nuestra libertad. Dijimos que este eje es una mezcla de razón e intuición, pero el conocimiento del bien y del mal conlleva el sentimiento de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Curiosamente, también corresponde a tres valores que dimensionan el conocimiento; y se enfrentan a las tres concupiscencias de San Juan por medio de las cuales perdemos libertad: el poder, el confort y la riqueza.
Ahora tenemos tres ejes, veremos los tres planos que ellos forman
Plano espacio-tiempo
A este plano que llamamos plano "cósmico", pertenece todo lo material, la creación material desde las imperceptibles ondas vibratorias, electromagnéticas, colores y sonidos no visibles ni oídos por el ser humano, pequeños seres como los virus y aun más pequeños; y de ahí, hasta los planetas, soles, estrellas y galaxias por más lejanas que se encuentren, incluso las que bordean el límite del espacio en expansión.
También pertenece a este plano, todas las filosofías que niegan la trascendencia del hombre y las que no la han desarrollado, las que han reducido o tratado de reducirla a elementos cósmicos o materiales; todas ella por la vía del racionalismo puro. Por ejemplo, pertenecen a este plano, las teorías que tratan de resolver los problemas internos del hombre, de cada uno de los hombres, con seres extraterrestres de más avanzada tecnología y también de mayor desarrollo espiritual que podrían haber creado al hombre, clones, etc., pero que también niegan su trascendencia. Niegan la existencia del alma y del espíritu, están presos en el positivismo.
En el plano cósmico cohabita el Cristo viviente, y lo hace en el espacio que queda a la derecha del Padre en el cielo.
Plano espacio-conocimiento
A este plano, que llamaremos plano "sacramental" y que bien podríamos haberlo llamado de otra forma pero que lo hicimos en referencia al signo de lo permanente, pertenece toda la creación atemporal, lo que no tiene tiempo, no hay un antes ni un después. Es el plano del alma, donde cohabita el Padre, y por ende, donde también se encuentra el cielo.
En el plano sacramental, se encuentra inmanente nuestra persona "alma"; nos permite vivir en el pasado y en el futuro al unísono; nos da sentido rezar por los muertos y por el futuro. Hasta podemos entender los milagros y también la doble predestinación a la que alude San Agustín.
Sugiero no hacernos muchas preguntas todavía, hasta no fortalecer la nave. Veamos las dimensiones que se generan en el tercer plano.
Plano conocimiento-tiempo
A este plano que llamaremos plano "escatológico", y que como en los casos anteriores también podríamos haberle llamado de otra forma, pertenece toda la creación sin espacio, así como lo es nuestra persona "espíritu". Es una persona que no tiene dimensión de espacio, sólo es la trascendencia del hombre en el tiempo, es el soplo de las virtudes que nos invade en el tiempo, el"amor" en el tiempo. Aquí cohabita el Espíritu Santo en una dimensión del conocimiento que abarca el cielo y todos los tiempos. Es el campo de la Parusía, el de los últimos tiempos, que como veremos más adelante, es sólo un límite.
Lugar teológico
Si el cielo es lugar teológico, es decir donde se encuentran las tres Personas Divinas que conforman un solo ser, DIOS; querría decir que de acuerdo a nuestro modelo, Éste, el Cielo, se encuentra en el lugar geométrico donde se cruzan los tres planos recién descritos. Origen y fin de todo.
Si consideramos que el fin último de la Gloria de Dios es la vuelta de la creación a su Creador, las cartas de navegación nos indican que nuestra nave navega con un Norte que no es otro que esa Gloria Divina. La creación, o parte de ella, se está transformando en Dios. Nosotros como creados, somos parte del proceso de transformación entre lo creado y Dios, pero este proceso místico se realiza en tres planos, en tres mundos, al unísono.
Se podría pensar que todo lo que existe es el mismo Dios; en este caso no existiría la creación, sino que sería todo un solo fenómeno. Sin embargo, este hecho implicaría que existe un Dios con potencia, es decir que pudiera estar sometido a cambio, lo que se contradice con los estados límites que veremos más adelante. (Ej. Dios no puede ser bello, ya que podría ser mejor, sino que es la Belleza, es el límite de lo bello).
Al principio dijimos que un modelo tenía restricciones, y este es el caso, aquí hemos levantado un modelo para poder tratar de explicar por medio de la razón lo que no es razonable.
Esta contradicción es una tensión válida en todo ser vivo que posea potencia. Sigamos viendo en más profundidad estos conceptos
TRES CONCEPTOS
Nuestra "Nave" la vamos a vestir con velámenes que nos permita hacer que se mueva aprovechando hasta los más pequeños vientos. Es decir, nuestro "modelo" que estamos construyendo, va a tener la particularidad de ser "dinámico".
Vamos a afirmarnos en tres velas, en tres conceptos.
1. Tensión y Potencia
Toda criatura, o ser creado, está sometido a fuerzas encontradas, caminos encontrados, decisiones encontradas; y además se encuentra en un lugar intermedio, puede estar más arriba o más abajo, puede ser más bello a más feo, puede actuar por inteligencia o por corazón, puede actuar a favor de su conciencia o en contra de ella, puede dar o puede quitar, puede amar o puede pecar. En definitiva todo ser creado que esté vivo, está sometido a "tensiones"; más aun, la "tensión" hace la vida, es consustancial a la vida.
El hecho de estar en una situación tal, que después de un determinado tiempo, nos permita estar en otra situación, es lo que denominamos que nuestro ser tenga "potencia". Tenemos la posibilidad, la capacidad, la "potencia" de cambiar.
Así pues, la tensión es vida, nada creado existiría si no conlleva una tensión. La creación es eminentemente una serie de tensiones que nos potencia al cambio. Podemos ser mejores o peores. Dios, que es un ser no creado, que "es el que es", es acción pura, no tiene potencia, no puede ser bueno porque si lo fuera podría ser mejor, Dios es el límite de lo bueno, es la bondad. Así, Dios es la belleza, la virtud...
De acuerdo a nuestro modelo, nosotros que fuimos creados a semejanza de Dios, también somos tres personas en un solo ser. Cada persona se tensa en su respectivo plano porque cada una de las tres personas, también creadas, tiene sus respectivas potencias. El resultado es que el "ser" se torsiona de acuerdo a sus tres personas
Lo anterior significa que hay tres personas diferentes, cuerpo, alma, y espíritu, que interactuan entre sí, y que con su voluntad y la gracia de Dios, puede desarrollar su potencia en aras de un cambio.
Cambiar la posición de una persona, es cambiar automáticamente la posición de las otras dos en sus respectivos planos, y viceversa.
Los cambios paulatinos y constantes de posición en cada una de las tres personas, hacen que nuestro ser tienda a la perfección o bien tienda a la nada o a la muerte. Basta que el cuerpo, en el plano cósmico, potencie una pequeña medida de misticismo, para que este ser tenga proyección en los otros dos planos instantáneamente, formándose la cadena de salvación. (Los tres ejes y los tres planos se van formando al unísono. El místico, el espacio y también el tiempo)
¿Cuál es la potencia Mística? Cristo lo dijo: El Amor. La conciencia, segundo a segundo en el tiempo, potencia la voluntad de hacer lo que hago para beneficio gratuito del prójimo, o para beneficio propio. Esta es la única disyuntiva: el amor o el egocentrismo. De acuerdo a esta ley radical, las tensiones van formando la vida o la muerte. (¿Se puede pensar en algo más radical que este único mandamiento?).
Una reflexión
Sin ser latosos hagamos una pequeña reflexión: si miramos hacia arriba, nos encontramos con un inmenso universo, tan grande que por mucho que acrecentemos nuestra imaginación, no podemos con las cifras de distancia y tamaño. Ahora, si miramos hacia abajo, vemos que existe un abismo de distancia en lo pequeño, seres vivos que ni siquiera logramos ver, al menos las galaxias las vemos aunque sea en nebuloso, pero los microbios sólo con microscopio y los virus simplemente no los vemos; tenemos que levantar modelos para poder comprenderlos. Para colmo, son los seres que no vemos los que nos pueden quitar la vida, ¡qué poder que tienen! . Estamos insertos como gigantes en un mundo infinitamente pequeño y como pigmeos en un mundo infinitamente grande. Conclusión: somos casi nada.
Sigamos con la reflexión: si miramos ahora hacia adentro, vemos un potencial, una capacidad de sentir, de percibir, una necesidad de compartir, de cuidar y proteger, como primer instinto, a nuestros hijos y después a los necesitados; la profundidad de estos sentimientos puede llegar a ser inconmensurable. Si miramos hacia afuera, vemos la creación y en ella, a nuestro prójimo, a nuestros pares; y en ellos, lo mismo que en nuestro interior, son con los cuales podemos compartir, entregar y realizar todo nuestro infinito potencial interior. La realización total. Conclusión: somos casi todo.
¡Qué contraste! Somos todo y somos nada, somos la tensión misma, la vida misma.
Estas tensiones, hacen la vida y el movimiento, forman las curvas de la vida de cada una de las tres personas, curvas sin principio y sin fin. Pero estas curvas continuas, pasan por puntos singulares, asintóticos, que forman puntos discontinuos en la continuidad.
La "continuidad discontinua" es una gran tensión que debe ser comprendida por el hombre para que a través de él, del hombre, se lleve a cabo la Gloria de Dios.
2. Continuidad Discontinua
¿Cuán segura puede estar una persona al medir un objeto? Vamos a tomar una huincha y vamos a medir la longitud que tiene nuestro cuaderno donde estamos escribiendo. Es hoja de carta (primera aproximación), al colocar la huincha, leemos 28 cms. Pero no, si en realidad lo hacemos con más aproximación, leemos 27,8 cms. ¿En realidad mide eso? Puede ser, tal vez mide 27,9... seamos francos, no podemos determinar su medida toda vez que entre el 27,8 y 27,9 existen infinitos números, más aún, entre el 27,81 y el 27,82 también hay infinitos números; claro está, existe el 27,811, el 27,812.... y entre éstos, el 27,8111 y el 27,8112, etc., etc. Entre dos números reales existen infinitos números reales: Entre el 2 y el 3 hay infinitos números, entre el 2,1 y el 2,2 también infinitos números; entre el 2,11 y el 2,12 infinitos números, y así sucesivamente.
Entonces, ¿cómo podemos contar tan suelto de cuerpo: 1, 2, 3, 4, ......, en circunstancias que entre cada uno de ellos, por pequeños que sean, existen abismos inconmensurables de discontinuidad?
Esto es lo que llamo "continuidad discontinua". El infinito está presente, en forma de discontinuidad, en cada acto de nuestras vidas, sin que nosotros encontremos interrupción alguna en ellas.
Este concepto es muy claro para los que hayan estudiado matemáticas: las series, los límites, las curvas ascintóticas, las derivadas, las integrales, etc.
Pero en realidad, el infinito no constituye discontinuidad propiamente tal, ya que para cualquier valor existe una respuesta, sino que sólo son puntos álgidos, singulares, límites. Un infinitésimo antes estamos de noche, un infinitésimo después estamos de día; el alba no se puede definir con exactitud, es inconmensurable, es indefinible; es un punto singular, es un límite; y sin embargo el tiempo transcurrido entre la noche y el día es continuo, no ha tenido interrupción.
Quien cree en las reencarnaciones sucesivas, puede pensarlas hasta el infinito, sin interrupciones, así y todo puede llegar a encontrarse con la parusía, con el fin de los tiempos. El fin, el final, puede estar constituido por infinitos devenires.
Si meditamos un momento en la "continuidad discontinua", podemos llegar a conclusiones fantásticas, como por ejemplo en que cuando el tiempo se hace cada vez más pequeño, en cada segundo podría haber una parusía, al unísono con el plácido y continuo transcurso de la vida; podemos entrar en la magia del plano sin tiempo, del plano sacramental, de las tensiones del alma.
Exactamente del mismo modo, pero cuando el espacio se hace cada vez más pequeño, podemos acercarnos al plano sin espacio, al plano sacramental, y cohabitar con los espíritus, como que lo somos.
3. Razón y Sueño
El barco de nuestro modelo va a estar sujeto a muchos embates y de variada índole. Va a depender en gran manera de las debilidades de cada navegante. Pero existen embates que van a ser comunes a todos. Uno de éstos, es probable que sea de los más importantes y tiene que ver con otra gran tensión, razón vs. sueño.
Consiste en que con el modelo queremos razonar lo irrazonable, queremos seguir soñando despiertos. Pero no desmayemos, recordemos que el mundo sigue girando debido a Don Quijote y no a Sancho; un mundo que no sueña no merece ser vivido. Lo importante es el rumbo a que nos incitan los sueños, como cantos de sirenas, que no nos desvíen de las rutas indicadas en las cartas de navegación, los libros sagrados. El sueño puro es tan peligroso como la razón pura.
El sueño, si bien nos puede llevar a la gran sala de los misterios, al conocimiento externo, a la luz universal, a los caminos de Dios; también es peligroso si no estamos preparados, porque nos puede fácilmente llevar a lo pagano, a la idolatría o al fanatismo y en definitiva, a la muerte.
Exactamente lo mismo pasa con el razonamiento. Sus encantos son conocidos, por lo que no se necesita ahondar demasiado. Sus peligros están a la vista. El racionalismo nos ha llevado por caminos de soberbia, en que ha negado el conocimiento intuitivo y lo profundo de cada ser humano, hasta su negación misma como ser trascendente. Las dos únicas filosofías de racionalismo puro, que han llegado a la práctica, se han transformado en los dos genocidios más grandes conocidos en la historia universal: el marxismo y el nazismo. El nazismo con seis millones de judíos muertos y el marxismo, el más horrendo de todo lo conocido, con más de cien millones de asesinados. Como se puede ver, el barco que estamos construyendo puede llegar a viajar por zonas verdaderamente peligrosas.
La pregunta salta a la vista: ¿Hasta dónde se puede racionalizar sin caer en peligro grave? Tal vez debiéramos de decir, que se puede tratar de racionalizar el conocimiento llegado por la intuición; más allá, entramos en el racionamiento puro, altamente peligroso.
EL MODELO A PRUEBA
Tenemos configurada la nave, tiene estructuras poderosas, mástiles y velámenes que nos permitirán surcar mares desconocidos, aprovechando los vientos del momento, los vientos de la vida. Con ella, con el modelo, nos adentraremos a conocer mundos nuevos, peligrosos tal vez, pero si nos arriesgamos con inteligencia, conoceremos mejor los secretos de la creación, los secretos que nos tiene deparado Dios, conoceremos un poco más y mejor a Dios mismo.
Liturgia
Pensemos en un minuto que estamos volando en esta nave construida por nosotros, a través de diferentes mundos, en tres planos al unísono. La nave madre está permanentemente transmutándose en tres naves que surcan las tres dimensiones. Estas tres naves transmutándose, corresponde a la proyección de la nave propiamente tal, en los tres planos constituyentes. Esta es la base del modelo.
La cuestión está en la interrelación que exista entre la nave origen y sus proyecciones transmutadas; y entre las proyecciones entre sí. Es decir, el hecho de cambiar las coordenadas de una de las proyecciones, influye y hace cambiar las coordenadas de las otras dos transmutadas
Como el espacio se forma al unísono con el tiempo (Einstein, Teoría de la Relatividad), nuestro cuerpo como parte del plano cósmico, no puede pasar a un plano sin tiempo o a un plano sin espacio, sin pasar por la negación de lo cósmico ya que el plano cósmico es precisamente el plano espacio-tiempo. Esta negación del plano cósmico, o bien es la muerte de la persona cósmica, o si se quiere antes de ello, el desdoblamiento o transmutación de la persona cósmica hacia la persona alma o hacia la persona espíritu, que como recordamos, en nuestro modelo son personas diferentes.
Decimos que la liturgia es un Lugar Teológico, y como definición, se refiere a una serie de movimientos y acciones en el plano espacio-tiempo, que nos hacen sentir la presencia de Dios y por cuyo medio "se ejerce la obra de nuestra Redención" (Sacrosantum Concilium, sobre la Liturgia, 1963). Así mismo, en nuestro modelo, a través de la liturgia se expresa la manera de transmutar nuestro cuerpo a nuestra alma y/o a nuestro espíritu, sintiendo la presencia de Dios en cada una de nuestras tres personas. Esto es clave para el desarrollo integral y redención del ser humano.
Además, más adelante veremos a las artes plásticas como liturgia del alma. Así, a la música como liturgia del espíritu; al baile como liturgia del cuerpo; a la ópera y lo sumo, el ballet, como liturgia del ser trinitario.
Los comandos de la nave
Los comandos de la nave son muy fáciles de comprender y sobretodo muy simple, ya que tiene sólo una palanca. Lo difícil es la capacidad que tengamos para moverla, y lo complicado que se transforma la navegación cuando elegimos rutas y mares que no poseen carta de navegación ya que de tal manera, es fácil de perderse, encallar o perder la nave. No olvidemos que este juego es peligroso porque la destrucción de nuestra nave es la destrucción de nuestras vidas, es la verdadera muerte. Por gracia o desgracia de nuestras vidas, querámoslo o no, ... ya nos encontramos navegando.
Dijimos que la nave tiene una sola palanca. Cristo nos dijo: "yo soy el camino"; y según Él, así como muchos iluminados, dicen que el camino es "amar al prójimo". En la dimensión que nos hace trascender, estamos sometidos en todo momento y en todo lugar a actuar en uno de dos sentidos, o lo hacemos para los demás o lo hacemos para nosotros mismos, es decir lo hacemos por amor o lo hacemos egocéntricamente. Amor o egocentrismo. Esto es lo más radical que ser alguno haya explicitado, es el "ser o no ser" de todo... pero todo.
Esta es la palanca que vamos a mover en la navegación que ya se encuentra en pleno viaje, de gloria o de muerte, fascinante y al infinito.
Prueba de la Existencia de los Tres Planos
Para probar la nave, traté de hacer un viaje sólo en el plano cósmico pensando en algo fácil para empezar. Lo intenté durante varios días pero no me resultaba, me parecía increíble, si era tan fácil, era sólo en el plano cósmico; total, moverse sólo en las coordenadas espacio-tiempo y solamente allí, no parecía muy difícil.
¡Despegue fallido!, tal vez no, pero ¿Qué pasó?
Efectivamente, moverse en las coordenadas espacio-tiempo no es nada de difícil, pero en conciencia, moverse sólo en ese campo me fue impracticable. Empecé imaginándome un viaje, fue placentero porque podía ir a cualquier lado, gozar con lo que se me ocurriera; era una nave espectacular porque tenía todo el instrumental imaginable, podía no sólo detectar cualquier movimiento sino que hasta la intención de éste. El plan de vuelo se iniciaba por unos parajes verdes en la compañía de seres queridos, etc., etc. Hasta aquí todo bien. Estaba terminando de llenar el formulario del plan de vuelo, sólo faltaba la última pregunta. ¿Objetivo o sentido del viaje? Había que responder en conciencia porque el viaje era para ella, tampoco valía una respuesta vaga. Pues bien, el vuelo era fantástico, los hermosos parajes evocarían lindos recuerdos, los seres que me acompañarían eran los queridos, en fin, el viaje estaría lleno de sensaciones abstractas, indefinibles que llenarían mi corazón. Pero, ¿tenía algo sentido sin que llenara mi corazón? Y si lo tenía, el viaje ya no sería sólo en el plano espacio-tiempo.
Intenté de nuevo, el viaje sería más sencillo; el resultado fue el mismo. ¡Pero hombre! hazlo más sencillo aun, por último es sólo por probar el "modelo". Mira, muévete de aquí hasta acá y punto. Pero desgraciadamente, ni siquiera ese movimiento dejaba de tener sentido.
¿Se vino abajo el "modelo"?, no me parece. Más bien creo que todo movimiento en el plano espacio-tiempo, o plano Cósmico como le llamamos, involucra sensaciones, intenciones y otros elementales que comprometen a tu otra coordenada, la de los sentimientos; y por ende, a tus otras dos personas que habitan en el plano espacio-sentimientos una, y tiempo-sentimientos la otra.
La conclusión pareciera ser más importante que una pseuda falla en el viaje. La cuestión es que no hay forma de separar la acción de una persona con la reacción de las otras dos, lo que prueba la existencia de los tres planos.
Además, lo anterior corrobora lo que es un principio básico del "modelo": la interacción entre las tres personas constitutivas de mi ser.
Ya no podemos esperar viajes separados, químicamente puros, siempre van estar enredados unos con otros; el cuerpo, el alma y el espíritu se van a retorcer en tan infinitas y caprichosas maneras que van a dar forma a nuestra personalidad, nuestros anhelos, nuestra intuición.
Nos daremos cuenta, que si la intención de nuestros movimientos corporales es dirigida a la sensibilización, mayor será nuestra capacidad intuitiva y por ende mayor también nuestra creatividad. También nos daremos cuenta, que si estos movimientos tienen como objetivo, respondiendo al plan de vuelo, satisfacer las necesidades de los demás, del prójimo, mayor aun será la sensibilización, la creatividad, la libertad, etc. Es como un tornillo sin fin.
No olvidemos la "tensión". Cada vez que existe la posibilidad de este tornillo sin fin, hay otro que está atornillando para el otro lado. Si, al contrario de lo anterior, el ánimo es satisfacer sólo las necesidades propias, aunque sea la de nuestro cuerpo cósmico, entramos en una espiral egocéntrica de bajo perfil sensitivo. No solamente nos perfilamos menos sensitivos, sino que menos profundos, más chatos, menos satisfechos, con una vida con menos sentido. Bueno, esto además es lógico, si tiene menos perfil sensitivo...
Tendremos que insistir en otro despegue, pero ahora el "plan de vuelo" será un poco más complejo, somos tres a bordo. Para manejar a tres personas que interactúan entre si, o tres naves transmutadas como las llamamos, vamos a necesitar un manual de manejo y con él, iremos aprendiendo las características de cada una de las tres personas y sus leyes particulares que las rigen.
TRANSMUTACIÓN
Resumen de conceptos anteriores
De los capítulos anteriores, podemos resumir que nuestros "cuerpo", "alma" y "espíritu", son tres personas que habitan los planos Cósmicos, Sacramental y Escatológico respectivamente; y que en una unión hipostática, conforman al ser humano integral como parte de la creación. El hombre como ser vivo, se encuentra sometido a tensiones y como ser creado, tiene potencia.
Tres personas van danzando al compás de la vida en tres planos diferentes pero unidos por misteriosos lazos, lazos que hacen que ellas interactúen entre sí bajo leyes más misteriosas aun. Deseamos conocer esas leyes, fuimos interpelados por la serpiente, pero así fuimos creados.
En el campo creyente, fuimos y estamos siendo interpelados por Dios para un mejor desarrollo espiritual que de sentido a la vida, sentido que no puede ser otro que la Gloria del mismo Dios.
En nuestro modelo de Antropología Trinitaria, una forma de liturgia se expresa como la manera de transmutar nuestro cuerpo a nuestra alma y/o a nuestro espíritu, sintiendo la presencia de Dios en cada una de nuestras tres personas
También vimos la necesidad de confeccionarnos un manual de operación de nuestro modelo, de nuestra "nave", para lograr las transmutaciones requeridas.
El Arte de la Transmutación
Necesitamos una cierta predisposición de nuestro cuerpo y de nuestros sentidos para ir evocando a nuestra alma y/o a nuestro espíritu. Lugar adecuado a nuestras necesidades, postura cómoda, respiración rítmica, en fin, una mente liberada lo más posible.
Cierta música, ecos, vitraux de mil colores, rayos de sol en la oscuridad, órgano, esculturas, voces, una danza lejana............... van constituyendo elementos de meditación, a veces nos evadimos, a veces creamos, son imágenes, nos tocan, nos dicen, intuimos....... Definitivamente nos desdoblamos, tomamos conciencia, aunque vaga, de nuestra alma y a veces de nuestro espíritu. Son personas que nos interpelan, nos desafían, nos enseñan, nos advierten, nos cuidan, nos dan conocimiento. Después del acto litúrgico, podemos saber con seguridad, algo que antes del acto no lo sabíamos.
La experiencia es nuestra mejor maestra. Por medio de la "oración", de la repetición de cantos y salmos, y oraciones especiales como el rosario, vamos entrando, poca a poco, en el mundo de la "meditación" y más aun, en el de la "contemplación". Ahora, ...de la palabra al silencio... Estos, junto con los "sacramentos", son procesos religiosos de transmutación litúrgicos.
Las Bellas Artes como Proceso de Transmutación
El cuerpo, sometido a la tensión de las Bellas Artes, comúnmente entra en resonancia con el estímulo de la belleza, reflejada en colores, ritmo y armonía en una globalidad creativa tal, que a ratos nos sumerge, a ratos nos eleva, en estados tan especiales..... empezamos a sentir que nos estamos alejando del plano cósmico y entrando en un éxtasis también muy especial.....
Nos da la sensación que cuando un sentimiento o alguna situación especial queda plasmada en una pintura, en una página escrita, en una fotografía o en un arte donde se detiene el tiempo, donde solo hay espacio y sentimiento, es un corredor hacia el "alma", como dice una canción de Gatti: "....aprende a amar sin tiempo....". (Plano Sacramental)
Algo similar sucede con la música, el canto, la danza, la coreografía, vibraciones auditivas, ritmo y tiempo, no se encuentra el espacio; es otro corredor, ahora hacia el "espíritu". (Plano Escatológico)
Por último, cuando junto a la música, la poesía en canto, la expresión corporal en danza, la pintura en coreografía, sentimientos en ritmo, cuerpos en movimiento y forma; creamos una obra en armonía y belleza; estaremos frente al arte del ser integral que puede abarcar a las tres personas. (Tres Dimensiones)
Cuerpo, alma y espíritu, son creaciones, son tres personas creadas, forman parte de la Creación así como también lo son todas las formas de manifestación, de expresión y de interacción. La creación sin un antes y un después, toca con el concepto de la "continuidad discontinua", pero creación al fin. Pareciera que el arte, como liturgia de transmutación, es uno de los caminos que va desde la Creación, hacia la Gloria de Dios. ¡Tal vez sea por esto, que las Bellas Artes son tan atrayentes!
LOS MILAGROS
Una Definición
Ante una situación crítica, nos encomendamos a un santo o al mismo Dios para solicitarle interfiera en la naturaleza para beneficio nuestro o de algún ser querido o del mundo en general. Se cumple nuestra petición. Se comprueba que corresponde a un hecho que no podemos explicar. Se produce un milagro.
El Problema
El problema se plantea cuando pensamos que si Dios es bueno, más aun la bondad misma, no podría permitir el dolor ya que debiera recurrir permanentemente a un milagro, y si no lo hace querría decir que Dios no es tan bueno. Este problema no tiene solución ni compatibilidad con nuestro Dios si definimos al milagro como lo hicimos en el párrafo anterior. Este hecho, y la mala enseñanza de los milagros, es uno de los principales factores del ateismo en el mundo.
También existe otro problema, si pasado un tiempo, se puede explicar científicamente el proceso por el cual se cumplió nuestra petición, desde ese momento ¿deja de ser milagro lo que antes sí lo era? Por ejemplo, en los albores de la aparición de los hombres en la faz de la tierra, venía la noche y no se sabía si iba a amanecer de nuevo, le pedíamos la luz a nuestros dioses, y cuando amanecía,...¡milagro!
Otra Definición
Pienso que un milagro se produce cuando se lleva a cabo un hecho de tal trascendencia para nosotros, que nos hace evocar a Dios y a su creación. Así, todos los días al amanecer, se produciría un milagro; ........ y por supuesto que se produce, y se seguirá produciendo mientras el hombre sea capaz de sorprenderse y maravillarse.
También pensamos que se produce un milagro, cuando las fuerzas de la naturaleza son intervenidas por fuerzas misteriosas del más allá, pero estas fuerzas vienen de lo ya creado, no es precisamente una intervención especial de Dios en la naturaleza para este fin determinado. Paraboleando, podríamos decir que Dios, omnipotente, volcó enteramente su potencia en su creación, siendo Dios acción pura. Por lo tanto, si en un hecho milagroso existen fuerzas capaces de intervenir en las leyes naturales, esta fuerzas ya tendrían que haber sido creadas; es posible, de nuestro punto de vista, que ellas sean dirigidas por almas o espíritus vivos o muertos que por algún motivo tengan esa facultad, además del libre albedrío. Es decir, es la intervención de lo creado en la creación.
El Milagro en nuestro Modelo
En todos los cultos existen consideraciones a este respecto. Por ejemplo, en la religión católica apostólica romana, existe "la comunión de los santos", en otros cultos tiene otros nombres pero que equivale a lo mismo. En nuestro modelo, es el lugar donde, por medio de la transmutación de nuestro cuerpo a nuestras personas, "alma" o "espíritu", podemos convivir con las personas de los santos en sus respectivos planos; es decir, podemos conversar, interpelar, pedir, agradecer, reír, hacer milagros, orar junto a ellos, etc.
De lo anterior, creemos más factible y sensato, que a través de la transmutación, como por ejemplo "la oración", pidamos un milagro a la persona "alma" o "espíritu" de un santo que a Dios mismo. Por lo demás, pedirle algo a Dios suena como arrogancia, casi una falta de respeto, ....... si no fuera por nuestra tremenda desesperación. ¡Otra tensión más que grava nuestras vidas! Tal vez la más grande de todas las tensiones toda vez que deslinda en una gran contradicción. Sin embargo, mucho de lo divino está fuera del alcance de la razón humana.
Confiesa el Santo Concilio "que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con seguridad por la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas"; pero enseña que hay que atribuir a Su revelación "el que todo lo divino que por su naturaleza no sea inaccesible a la razón humana lo pueden conocer todos fácilmente, con certeza y sin error alguno, incluso en la condición presente del género humano". (Dei Verbum, 6).
La "naturaleza" es maravillosa y mucho nos asombra, pero vista ella como "milagro", va más allá de lo común, mucho nos deleita. El milagro, lejos de cuestionar a Dios, nos da "esperanza" y confianza absoluta que será lo mejor. ¡He aquí su inmensa importancia!
EL VUELO TRINITARIO
El vuelo trinitario, el de tres comandos, es la base para sentirse hombre integral, completo, lleno; pero por sobre todo, ...... es vida.
Así como la nave, la experiencia también es personal; es tu nave y tu experiencia. Cualquiera que ella sea, te aseguro que es inenarrable y fantástica, es mística.
Hubiera deseado tener el don de la poesía y la música para escribirlas al margen de los escritos, y haber podido así expresar mejor mis sentimientos con elementos finos y sutiles que llegaran más al corazón que a la razón,.... ya llegará el tiempo para ello.
Hijos y amigos míos, los próximos capítulos son de Uds., no los escribiré yo, pero tengamos la más completa seguridad, que siempre, hasta la eternidad, nos estaremos encontrando y amándonos en alguno de los mil recodos de la existencia...
¡SUERTE!