Mesa de diálogo

Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 1999-09-18 | ID: 627 | Categoría: Cosmos | Tema: Interés público | Tipo: Ideas, propuestas y proyectos

La Serena, 18 de Septiembre de 1999

Amigo:

Te deseo la mejor de la fortuna en tu intento de unificar a los chilenos y que la "mesa de diálogo" a que llamaste, sea fructífera en ese sentido.

Personalmente creo que es una tarea de las más difíciles que te has propuesto pero no imposible. En aras de un buen éxito, te deseo exponer mi pensamiento si es que ello contribuye a tal noble fin.

Creo que la única forma para lograr un mínimo de acuerdo, pasa por la aceptación de la verdad por todos los integrantes de la mesa. No creo que pase a través del arrepentimiento ni del perdón, ya que estos últimos pertenecen al orden individual. Basta con la aceptación de la verdad pero por todos.

Después que todos acepten "la verdad", lo que ya es muy difícil de lograr, propongo un corto tiempo de meditación, digamos un mes, para luego decidir entre el camino de la justicia o el camino de la amnistía. Pero aquí, tanto la justicia como la amnistía serían totales, de todos y a todos.

De otra forma, la "mesa de diálogo" se transformaría en una mesa arbitraria, como lo fue la ley de amnistía que favorecía mayoritariamente a sólo un sector, o como el informe Retic que favoreció sólo al otro sector. No, necesitamos un acuerdo nacional para todos los ciudadanos.

Si esto es correcto, sólo nos queda definir "la verdad"; para ello, por medio de esta nota, te manifiesto mi verdad, que por supuesto deseo que sea la de todos.

Mi verdad:

  1. A fines del siglo pasado y mediado del presente siglo 20, se manifestó y se llevó a cabo por primera vez en la historia universal, dos filosofías ateas, de corte positivista: el marxismo y el nazismo. Ambas niegan la trascendencia del hombre.
  2. La primera de ellas, el marxismo con un curriculum de 110 millones de víctimas, veinte veces superior a los 5 millones de judíos asesinados por la segunda de ellas, el nazismo (Hitler); se estableció en Chile por voluntad popular, por votación en democracia.
  3. Este gobierno democrático, llamado "Unidad Popular", instauró en nuestro país, las bases de un gobierno marxista: la lucha de clases y la dictadura del proletariado con la consiguiente eliminación de la burguesía. Hubo falta de consideración con la población, violó los derechos humanos y se llegó hasta el asesinato de personas. Como no contaba con la participación de las Fuerzas Armadas, había comenzado el discurso de insurrección y abiertamente aceptado y justificado la vía violenta.
  4. El 11 de septiembre de 1973, una Junta Militar derrocó el gobierno democrático de la Unidad Popular, liberando al país de las conocidas consecuencias de los gobiernos marxistas; y marcó el inicio de un gobierno, autoritario para unos, dictadura para otros.
  5. Durante el gobierno militar, hubo excesos: faltas grave a la población en general, fusilamientos, detenidos desaparecidos y asesinatos. Todo esto no justifica, bajo ningún punto de vista, la instauración de un sistema diferente al marxismo.
  6. Después de década y media, el país ya con otra cara y con otra constitución, resolvió volver al régimen democrático con partidos políticos. Este mandato popular fue respetado por las Fuerzas Armadas y el mando transferido al Presidente electo.
  7. Pasó otra década y parece haber vuelto todo a fojas cero con la indebida detención del General Pinochet en Inglaterra, pasando a llevar la soberanía chilena.

Estas son realidades indesmentibles y comprobables. Son duras pero son verdades; sólo aceptémoslas, y volvamos a ser un país unido y solidario.

Francisco Bascuñán Letelier
Chileno, creyente y libre

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