Ser libre

Autor: Francisco Bascuñán Walker | Fecha: 2006-12-24 | ID: 588 | Categoría: Espíritu | Tema: Reflexiones | Tipo: Relatos y comentarios

Ser libre es no estar sujeto a impulsos que se efectúan sin reflexión. Ser impulsivo es ser dominado por los demás o por el medio ambiente y es ser llevado como un juguete por las situaciones de la vida.
—(Estrada R., 1984)

Siempre escuche desde pequeño que Cristo vino a salvarnos, la salvación de nuestras almas. Luego, cuando fui creciendo, algunos sacerdotes le agregaron condiciones a la salvación. Fue difícil el tema de la salvación de los ricos y los pobres.

Hace poco descubrí que en el idioma original de las escrituras ser salvado o ser liberado se escribe de la misma manera, pero para mi todo adquirió otro cariz…. Es en ese contexto que me gustaría responder un poco su articulo de la salvación de los ricos y de paso contarle algunas de mis experiencias al respecto.

Poco después de cumplir 13 años mi Papá me llamó una mañana a su dormitorio. Me dijo que ya tenía edad para recibir la enseñanza familiar… me llamo la atención la solemnidad con que habló la cual contrastaba con el hecho de que estaba en cama y recién despertando. Me dijo: "debes pensar por ti mismo y no dejarte llevar por las circunstancias….no debes ser como un "mojón en la acequia" (lo escribo tal cual lo recibí, aunque suene un poco grosero creo que fue inolvidable…), sino más bien como un velero que elije su rumbo independiente de la dirección que sople el viento"

En los 27 años que siguieron de mi vida siempre me acompañó esta frase. Es el núcleo de mi camino y siempre me ha obligado a pensar si lo que estoy haciendo es una reacción inconciente o una acción conciente.
Ser libre, más que un logro, ha sido, para mí, una forma de actuar. De no permitir esclavizarme con las grandes tentaciones, de no dejar que mi impulsividad me gobierne y ha sido una dura guerra llena de batallas perdidas y otras pocas ganadas… quiero aquí comentar algunas a modo de ejemplo:

  1. El cigarro, dura y larga fue la batalla para liberarme de él;
  2. el trago (alcohol) social que me costó más de una amistad, finalmente mis más cercanos aceptaron que el hecho de no tomar no era una ofensa para ellos, muchos y muy buenos compañeros perdí en esa batalla;
  3. levantarme temprano…jejej suena raro, pero para mi era muy difícil, perdí cosas que extrañaré, sin embargo creo que el resultado fue alentador, el amanecer me ilumina cada día y lo agradezco;
  4. mi corazón de alcachofa, me enamoraba tan rápido;
  5. el reaccionar con rabia frente al dolor, a la pena o al temor… Y en más de una época, con rabia frente a todo… jajajaja… entiendo cómo, más de alguno, no me soportó… siempre una reacción emocional para protegerme en vez de aceptar;
  6. el auto…bueno, aun me cuesta hacer cosas sin el auto…
  7. la ilusión del dinero falso, de créditos bancarios y de multitiendas que me ofrecen ingenuamente acceder a aquello que no puedo pagar, vivir irrealmente, en una ficción que me hace creer que mi capacidad productiva esta basada en lo que tengo y no en lo que soy, es una especie de neblina que le pone más atención al papel que al regalo mismo. Vivir de acuerdo a lo que gano, gastar lo que tengo y reconocerme (y porque no quererme) a mi mismo tal como soy es para mi la libertad primera.

Bueno, en general, las esclavitudes mías son muchas, sin embrago creo que la fortaleza nace de la debilidad, pues Cristo mismo vino a liberarme de ellas, a fortalecerme en su búsqueda.

Esta navidad, Él nace para renovar las fuerzas Crísticas en mí y cumplir su promesa de liberación, yo espero poder ofrecerle humildemente mi esclavitud y aceptar con fortaleza y valentía su liberación.

Francisco Bascuñán Walker
Diciembre 2006

Enviar

Ir al inicio