Desde la carrera
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2007-09-21 | ID: 575 | Categoría: Espíritu | Tema: Reflexiones | Tipo: Relatos y comentarios
Era una carrera frenética hacia mi media naranja que me esperaba ansiosa en el recodo de un intrincado, tortuoso y estrecho camino que la conducía inefablemente al abismo; su única esperanza, así como la mía, era encontrarnos antes que esto ocurriera. Era preciso encontrarnos pronto en el más hermoso de los abrazos, muy muy apretado y tan íntimo como lo más, tanto como para formarnos en uno; en mí.
Sí, un día ese fui yo; un proyecto tan minúsculo como para caber en el interior de un testículo de mi padre y a la vez en una trompa de mi madre. Éramos dos, después fui uno. Sí, ese fui yo un día.
¿Soy más que un espermatozoide desarrollado?
Algunos de mis amigos me responderían:
"Tal vez", otros,
"¡Qué más quieres!", otros,
"Pégate con una piedra en el pecho", ….
Y así, seguiría una gran chacota.
Pero en el silencio de la noche, en el silencio grandioso de la gran noche, en esas donde el mismo silencio te habla, ese silencio me da otras respuestas un poco más halagadoras, más alambicadas, también más inquietantes, me exige responsabilidades y me ofrece premios y castigos.
¿Quién soy?
¿Desde cuándo soy?
¿Hasta cuándo seré?
La carne, el alma y el espíritu.
Misterios de la FÉ
Francisco Bascuñán Letelier
Septiembre 2007