Los cambios
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2009-07-31 | ID: 531 | Categoría: Alma | Tema: Valores | Tipo: Ideas, propuestas y proyectos
Los cambios están de moda, ¿de cuáles cambios estamos hablando?
En la política chilena hace rato que estamos escuchando de la necesidad de cambios. Los ciudadanos estamos esperando con ansias el movimiento de la varita mágica de algún iluminado, o simplemente gobernante, para ver a nuestro querido Chile transformado en algo así como lo descrito en un cuento de hadas.
Efectivamente yo creo que Chile se merece que le demos esa especie de cuento de hadas, lo tiene todo para ello: su clima, su difícil historia, tan difícil como su geografía pero tan hermosa como su gente y sus paisajes. Chile requiere un cambio, claro que si, porque necesita que sus hijos vivan felices, y parece que eso no está sucediendo.
¿Qué cambiamos? No podemos ni requerimos cambiar mucho el paisaje, menos su clima, ni su topografía. Qué entonces, si no somos nosotros mismos. Nosotros somos los únicos que podemos cambiar. Podemos cambiar nuestra apreciación hacia la vida cotidiana, podemos dirigirnos hacia los demás con más amabilidad, y podemos hacer algo que nos es difícil: realizar las pequeñas tareas de otros, lo que no nos corresponde pero que ayuda a hacerle la vida más fácil a los demás.
Si miramos la vida de esta forma podría haber un cambio significativo, no sólo para nosotros porque evidentemente nos vamos a sentir mejor, sino que a toda la comunidad porque nos transformaremos en una sociedad de personas operantes. Hoy no somos operantes, las cosas no nos están resultando por falta nuestra, no necesitamos echarle la culpa al otro. Por ejemplo, una falta grave fue el proyecto del Transantiago, que falló ahí?... Pueden haber fallado muchos aspectos técnicos y políticos, pero en realidad faltó que alguien levantara la mano, antes de la catástrofe, y dijera: momento, pensemos bien las cosas; o tal vez sobró otro que lo hizo callar y no respetó la disidencia. No lo sabemos, pero la cuestión falló, y falló por nosotros. Digo nosotros, porque no basta con sacarnos el pillo con el Transantiago, errores están a la vista todos los días, en todas las personas y en todos los lugares. Es una visión mentecata lo que nos tiene con problemas de toda índole.
Hagamos nuestro el problema, no lo endosemos, démosle valores a nuestras acciones y cambiará la vida de todos. Recodemos que cuando una mariposa aletea en Pekín, produce una tormenta en París.
Francisco Bascuñán Letelier
Julio 2009