La creación del mal
Autor: Álvaro del Pino | Fecha: 2009-07-31 | ID: 530 | Categoría: Alma | Tema: Teología | Tipo: Pensamientos
(En relación al artículo «¿Existe el mal?»)
Sr. Director:
Mucho se puede jugar con palabras y frases al respecto. La solución dada supuestamente por Einstein no resuelve el problema. Por muy Einstein que sea.
Talvez tengamos que relacionar el mal con el libre albedrío. Porque, al menos, sí existe la posibilidad de actuar malamente. Y completando la pregunta si Dios lo creó, al menos, dado que sí lo permite existir, se puede ir a otra pregunta:
¿Dios creó al Demonio? ¿No es Satán un sinónimo del Mal? ¿Por qué lo creó? ¿No creó, con ello, al menos la firme posibilidad de su existencia?
La discusión no terminará jamás y ello simplemente porque el problema está mal planteado. Me parece que no debemos responsabilizar a Dios en este asunto. La cuestión aparece solo y siempre si consideramos a Dios de manera antropológica. Y ahí es donde está el error, otorgarle características de ser humano. Un Dios con voluntad, un Dios que se enoja???... que castiga???... que premia???... que cometa actos espantosos???... que es racista (no tiene acaso, según los cristianos, un pueblo escogido???)... Si hasta los cristianos, a diferencia de los musulmanes, se han permitido representarlo físicamente: un anciano con barba blanca semi escondido en las nubes.
Los orientales (hindúes) tienen un concepto de Dios más aceptable. Dios es TODO. El aire, nosotros, la naturaleza, el universo. Todo. Lo llamado bueno y malo, que está ahí, incomprensible, inalcanzable. El asunto se ha complicado hasta la saciedad al pretender, especialmente los occidentales, de comprender, entender y definir todo. La enorme vanidad, aquí de carácter intelectual, la carencia dramática de un poco de humildad, para aceptar que no somos nada, que es poco lo que podemos comprender y menos lo que podemos realizar sin condicionamiento externo, por nosotros mismos, y que debemos aceptar el mundo y la vida tal como es. Atención de no confundir ésto con fatalismo. El progreso existe y es imparable, pero es parte de las acciones de TODO lo que nos rodea. ! Que no vengan los autoritarios a pensar que ellos pueden cambiar el mundo! Un Hitler, otro Genghis Khan, un Mohammed, etc. los hay a montones. Siempre aparecen y actúan cuando las condiciones del entorno están maduras. Y esas condiciones las creamos todos (y todo) de manera incesante y, generalmente, inconsciente.
- No resulta difícil de comprender que actuemos mal si éste no existe? Decir que entonces actúo carente de bien no resulta convincente.
- Vamos a otro lado. Puedo yo escoger y actuar carente de bien (es decir, mal)?
¿Quién tiene la libertad para eso? No confundamos la capacidad de escoger entre la Coca Cola y la Pepsi Cola con Libertad. Quién es el superhombre que puede despojarse la las influencias del medio? Ello incluye: prescindir del medio en que nació, del sexo que le tocó, de la época en que nació, del afecto (o carencia, según Einstein) que recibió a lo largo de su vida, especialmente en su primera infancia, del colegio adonde estudió, de las experiencias de la vida, y para qué sigo. Basta mirar a nuestro alrededor: de haber nacido en 1950 en Irán, por cierto que sería musulmán, y, además, shiita; excepción: si hubiese nacido en un reducto de bahais, pero entonces sería bahai; de haber nacido en España en 1600, por cierto que hubiese sido cristiano, y además, católico. Si hubiese nacido hace 150 años, en vez de 70, ¿consideraría que los homosexuales tienen los mismos derechos y debiéndoseles respeto como a cualquier ser humano? ¿Me hubiese parecido deseable tener una ley que permite el divorcio? ¿Aceptaría la idea que la movilidad social es un ideal? Y para qué seguir. ¿O alguien piensa que la uniformidad religiosa que existe en el mundo (así como la creciente cantidad de agnósticos) es producto de una casualidad?
Atte.
Alvaro del Pino