Locura

Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2011-07-31 | ID: 384 | Categoría: Cosmos | Tema: Ciencia de lo abstracto | Tipo: Pensamientos

Ajedrez. Las blancas parten. Tengo 8 peones en primera fila, cada uno de ellos puede avanzar uno o dos espacios al frente. Tengo 8 x 2 = 16 posibilidades para iniciar el juego con los peones. A éstas, les debo agregar las 4 posibilidades de salir con los dos caballos hacia dos lugares diferentes cada uno.
Total tengo 16 + 4 = 20 posibilidades para iniciar el juego de ajedrez.

Cuando respondan las negras, también tendrán 20 posibilidades de jugar.

Las posibilidades de llegar a una determinada posición ya efectuada la primera respuesta de las negras es de 20 x 20 = 400 combinaciones.

Consideremos que cualquiera sea la realidad de estas 400 posibilidades, cambiará todo el cariz del resto del juego. Y esta es la situación moviendo sólo una pieza.

Iba caminando, traté de cruzar una calle, me detuve un instante para dejar pasar a un auto blanco que venía muy cerca, después e imprudentemente, atravesé justo en seguida y rapidito, antes que me arrollara un auto rojo que venía más atrás, el que tuvo que frenar un poco para no atropellarme… esto le produjo un pequeño atraso tal que lo hizo perder la luz del semáforo siguiente. El chofer del auto rojo, estacionado frente al semáforo, vio pasar a una pareja por delante de él que sí venía atravesando correctamente, pero que tal vez no debería de haber visto. O tal vez sí. La cuestión es que este hecho le cambió su vida para siempre. De las casi infinitas posibilidades que el chofer del auto rojo debió salvar para encontrarse en esa esquina y precisamente en ese momento, sólo una fue la real. Toda esta conjetura pasó sólo en segundos de la vida.

La pregunta: ¿Cómo se configura la realidad? O mejor: ¿Cómo construimos la realidad?, ¿Cómo vamos creando, conciente o inconcientemente, la realidad?, ¿Somos un instrumento de un sino, conforme a un designio establecido por una tremenda fórmula de las matemáticas de probabilidades?

La cuestión es que, en cada infinitésimo de segundo, hay infinitas posibilidades de que el mundo se haga realidad, cada una de diferentes maneras. Se dice que hay infinitos mundos paralelos y que sólo se van manifestando de a uno, conforme a la menor energía que éste requiera (R. Penrose).

Que locura…

Francisco Bascuñán Letelier
Julio 2011

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