Los padres del 1900: Hola papá
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2011-10-31 | ID: 353 | Categoría: Alma | Tema: Arte | Tipo: Relatos y comentarios
A mi padre:
Ricardo Bascuñán Stönner
Querido viejo:
Hace justo 40 años que no te veo
o mejor dicho, que nos dejaste de ver
pero sólo con tus ojos terrenales
porque los de tu espíritu, los siento a diario
además de tu alma que quedó grabada en mi corazón.
Recuerdo que me contabas
que para el año nuevo del 1900,
cuando tenía apenas 7 años de edad
viste iluminada por primera vez
tu natal ciudad de Talca.
Miro a mi alrededor
y me cuesta concebir
cómo sería la vida si elimino de mi vista
todo lo que hoy es eléctrico
y todo lo que es plástico.
Grandioso imaginar lo que te tocó vivir,
leyendo los libros posteriores a 1900,
tanto humanísticos como científicos,
que son para nosotros naturales,
pero no existían y que tú los viste nacer.
Todo el significativo adelanto científico que alcanzaste a conocer, de la luz eléctrica a la televisión, pasando por la telefonía, los trenes con motor diesel, los viajes aéreos, la radio, los discos de música y sus torna mesas, el desarrollo del cine, los envases plásticos... sin embargo el 71, año que nos dejaste, aun usábamos la regla de cálculo ya que no contábamos ni siquiera con las sumadoras manuales.
También te tocó ver la parte negra del avance,
o del retroceso como se quiera ver,
conociste de las atrocidades del marxismo,
de las dos guerras mundiales, de las bombas atómicas y
de las continuas luchas fratricidas (en esto, hasta ahora no ha habido mucho avance).
Desde Oswald Spengler a Jacques Maritain,
escribieron para tu generación,
conociste del Vaticano II, de difícil difusión,
y viste la instauración de los premios Nobeles
así como de la lucha por lograrlos.
Te iniciaste en una sociedad de tinte liberal pero recién convulsionada por la guerra civil, el suicidio del presidente Balmaceda y todo el veneno inserto que ello significa; viste pasar el parlamentarismo hasta la destrucción de la democracia, tal vez esto último no lo soportaste, dejando este mundo justo 3 meses después del asesinato del ex vicepresidente de Chile, Edmundo Pérez Zujovic en 1971.
Nos dejaste un legado de reciedumbre, disciplina en el trabajo y rigor en el cumplimiento del deber y de los valores. Fuiste reconocido por tu talento no sólo en la vida pública, donde tu espíritu se manifestó en los cinco ministerios durante diferentes gobiernos y que dignamente asumiste sin pertenecer a partido político alguno, sino que en el diario vivir donde demostraste tu humildad y sabiduría al llevar una vida consecuente con tus ideales.
No te hemos olvidado, papá...
La vida en este mundo pasa muy rápido,
a ti te debe haber pasado lo mismo que a mí,
no te debes haber dado ni cuenta cuando tus seres queridos se habían ido,
significa que el tiempo se apresura cada vez más... y más... y más...
así, muy luego estaremos todos juntos en una gran familia universal.
Francisco Bascuñán Letelier
9 de septiembre de 2011