Yo quiero ser un niño bien bueno
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2011-12-31 | ID: 329 | Categoría: Espíritu | Tema: Reflexiones | Tipo: Pensamientos
Tatita Dios, Mamita virgen,
Cuida a mi papacito y a mi mamacita,
Cuida de mis hermanos y de toda la gente de la casa,
y a mí hazme un niñito bien bueno.
Una oración que me enseñaron cuando era bien niño y que sigo practicándola de vez en cuando hasta el día de hoy.
¡Qué ridículo! Al menos así se ve.
Sin embargo lo sigo haciendo sin una razón definida. A medida que el tiempo pasa, a mis 73 años, cada día se hace aún más ridículo; y además ser bueno, casi imposible.
Pero, ¿qué se pide en ser 'niño bueno'?
Cuando uno era verdaderamente niño, tenía una alma limpia y la esperanza de un futuro profuso. Ser un 'viejo niño', a lo mejor, también es aspirar a una alma joven, humilde, y con la esperanza de saber más, de ser más justo y de tener un futuro aun mejor. ¡Nada de simple!
La capacidad y la sensibilidad de tener conciencia que tenemos los viejos, suple con creces la mayor velocidad con que nos transcurre el tiempo subjetivo, hacia el término de una etapa que pareciera ser bastante importante como lo es ésta... la de la vida terrena.
Francisco Bascuñán Letelier
Diciembre 2011