El nacimiento de empresas
Autor: Francisco Bascuñán Letelier | Fecha: 2012-12-31 | ID: 228 | Categoría: Cosmos | Tema: Ciencias sociales | Tipo: Ideas, propuestas y proyectos
Las empresas nacen como hijos: con cariño, ilusiones, metas y sobre todo, con objetivos.
Las empresas. Otra co-creación del hombre que, con su afán y su creatividad, dan vida a un ente no sólo desde un punto de vista 'legal' y 'productivo', sino que en ella se encuentra refundidos muchos anhelos, ilusiones e incontables horas de abnegado trabajo de parte de su creador.
Desde el inicio mismo, desde tan sólo el planteamiento de la creación de una empresa privada, se anida el sentido de riesgo; lo que implica una temprana producción de adrenalina que nos proporciona dos elementos básicos: el 'temor' que nos lleva a la 'prudencia', y el 'desafío' que nos lleva a la 'audacia'. Esta tensión constituye la dinámica propia de toda empresa privada, la cual se encuentra permanentemente avalada por todos los bienes patrimoniales del dueño o de sus socios; y sustentada permanentemente por la creatividad y el trabajo responsable de todos sus integrantes. Es este riesgo el que le da valor moral a la posterior y añorada 'utilidad'.
¿Hipotecarias todos tus bienes para construir este edificio con resultado incierto?
El hecho de que las empresas proporcione trabajo y sustento para muchas familias, no significa que éste sea el objetivo primordial de su existencia, ya que siendo esto un hecho importante, es tan solo un resultado marginal de su gestión. El objetivo primordial se encuentra definido en su constitución.
De lo anterior se desprende que es importante considerar muy seriamente, desde sus inicios, los principios que van a reglamentar la vida de la empresa; tanto la ética de sus objetivos como de los procedimientos y recursos necesarios para sus logros.
De aquí en adelante, la vida y futuro de sus socios van quedando, poco a poco, a merced de esta empresa que va tomando vida propia y arrasando con su propia dinámica.
Ha nacido y se ha formado, como un nuevo hijo, un ente legal con RUT y todo, dispuesto a dar y engrandecer a sus creadores, trabajadores y sociedad toda. También está presente la parte negativa en caso de malformaciones y creadores poco éticos. Es la ley de la vida, en donde se encuentra todo en la viña del Señor, como también cabe el dicho: 'cría cuervos y te comerán'.
De entre los aspectos éticos a considerar tanto en la creación como en el desarrollo de la empresa se encuentran dos conceptos que van dirigidos a la dignidad del ser humano: La 'solidaridad' y la 'subsidiaridad'. De acuerdo a la 'solidaridad', la empresa debiera contribuir al bien común de la sociedad. En virtud de la 'subsidiaridad', ni las empresas, ni menos el estado, puede sustituir la iniciativa ni la responsabilidad del resto de las personas que constituyen la sociedad, ni puede destruir el espacio necesario para su libertad. La solidaridad es al amor como la subsidiaridad es a la libertad. Sin libertad no puede constituirse una acción de amor, y siendo éste, el amor, un valor fundamental para la felicidad de los hombres, también lo es la libertad.
Es por lo anterior, la importancia en la revisión de los 'objetivos' y de los 'procedimientos', tal que no vayan contra el bien común ni contra la libertad de las personas. Son especialmente sensible los negocios que se mueven en mercados cautivos y monopólicos, que al obtener costos más bajos por volumen, invitan a la población a su formación, dejando una estela de ilusiones sin poder desarrollarse por la falta de posibilidad competitiva y por ende por falta de libertad. En estos caso, la población es cómplice con las grandes empresas monopólicas toda vez que los beneficios de hoy son hambre para mañana, ya que después de un tiempo, y liquidada la competencia, los precios suben sin control; y cuando ello ocurre se aduce, precisamente ahora, a la libertad.
Por último, al tocar el tema de estos nuevos hijos-empresas, es necesario referirse a las diarias injusticias que nos toca escuchar majaderamente, y muy especialmente por los comunicadores de los medios, en relación a la calidad de los empresarios. Es cierto que hay empresarios que se pasan a llevar los conceptos éticos, los aquí aludidos y otros, pero son una minoría en relación a los miles y miles de empresarios, chicos y grandes, que dan base y sustentabilidad no sólo a las familias del personal que la forman sino que a toda la sociedad donde gravita, contribuyendo así a la formación de la patria y al desarrollo de su idiosincrasia; y lo hace en forma eficiente ya que es su único medio de subsistencia.
Francisco Bascuñán Letelier