Marcos Gregorio McGrath
Autor: Pedro Antonio Moreno Mina | Fecha: 2011-07-31 | ID: 383 | Categoría: Cosmos | Tema: Ciencias sociales | Tipo: Testimonios
Marcos Gregorio McGrath
Nació en la ciudad de Panamá el 10 de febrero de 1924. Sus padres fueron John Thomas McGrath y Louise Renaud. Después de cursar sus estudios iniciales en Panamá y los Estados Unidos, fue alumno de la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Notre Dame.
Biografía enviada por el Padre:
Pedro Antonio Moreno Mina
Panamá
Ingresó al noviciado de la Congregación de Santa Cruz en 1942. Completados sus estudios de filosofía y teología, fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1949. Sus superiores lo enviaron a París y Roma para estudios avanzados en teología, recibiendo su doctorado del Angelicum de esta última ciudad, con una disertación calificada de magna cum laude que tuvo por tema "El Concilio Vaticano I y la evolución del dogma". Pudo entrar en contacto con el pensamiento renovador de Congar, De Lubac, Rahner y Guardini, y corrientes filosóficas como el personalismo y el humanismo cristiano, que preparaban el camino al Concilio Vaticano II. Podemos agregar que conoció y apreció los grandes movimientos precursores del Concilio: el movimiento litúrgico, el movimiento bíblico, la acción católica especializada con el empleo del famoso método de ver, juzgar y actuar.
En 1953 fue enviado a Santiago de Chile al Colegio Saint George. Se desempeñó allí como profesor, prefecto de religión, capellán de Acción Católica y director espiritual. Tuvo un trato asequible a los jóvenes, tal vez facilitado por su práctica deportiva, a la vez que insistió en una formación seria en la fe. Con algunos alumnos y ex alumnos de ese colegio fundó las Obras Sociales San Jorge, con el ánimo de despertar la conciencia social de los jóvenes poniéndolos en contacto con la pobreza urbana y rural y acompañándolos en proyectos de desarrollo social y misiones en sectores populares.
Desde 1954, Monseñor McGrath dicta el curso de Teología Fundamental en la Facultad de Teología. En 1959 fue nombrado decano de la misma. Dando cuerpo a un proyecto estudiado por varios años, en 1960 se fundó la revista Teología y Vida, cuyo primer director fue Monseñor McGrath. Pretendía relacionar fe y vida, teología y cultura.
"La palabra "teología" suscita en muchos el espectro medieval de extrañas teorías sobre doctrinas y opiniones de poca o ninguna relación al hombre y su labor diaria... Para vivir como hombre es imprescindible pensar. Para vivir como cristiano es indispensable pensar la Fe. Para nosotros no basta que la Fe se esté pensando en Roma o en París o en Munich. Es preciso que la pensemos en Chile". (Teología y Vida. Año 1, N° 1 (primer trimestre de 1960), pág. 4.).
En 1961, McGrath fue nombrado obispo auxiliar de Panamá, luego primer obispo de Santiago de Veraguas en 1964. Allí tuvo la oportunidad de servir a los más pobres, los campesinos y los indígenas. Fue testigo también del carácter trágico que tomaría en América Latina el compromiso de la Iglesia con los pobres. El Padre Héctor Gallego, sacerdote de la diócesis y promotor de cooperativas campesinas, fue víctima del asesinato por las fuerzas policiales. Le tocó al obispo exigir la verdad y la justicia en este caso.
En 1969 fue designado como el V Arzobispo de Panamá, (Amor sacerdos immolat). No se puede dejar de señalar la importancia de su actuación decidida en favor del crecimiento de la conciencia del pueblo panameño como nación, promoviendo los justos derechos sobre la base del diálogo, proceso que culminó con la entrega al Estado panameño del Canal de Panamá.
El tema de los signos de los tiempos parece haber sido objeto de su meditación constante. Monseñor McGrath dictó una conferencia sobre el tema con ocasión de la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Medellín. El arzobispo se había involucrado intensamente en el proceso de difusión y aplicación del Concilio a nuestro continente, especialmente a través del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), donde participó muy activamente entre 1963 y 1972. Fue su Secretario General y Segundo Vicepresidente. Fue miembro de diversas comisiones, participó en los Sínodos Episcopales, en la comisión preparatoria de la Conferencia de Puebla. Hasta sus últimos días, la meditación sobre el Concilio Vaticano II fue su preocupación constante que recoge su libro: "Lo que vi y viví en el Concilio", que apareció muy poco antes de su muerte.
Quería recoger su propio testimonio y el de otros obispos conciliares, no para añadir un comentario más a los textos de esa asamblea eclesial, sino para animar a proseguir el espíritu del Concilio como acontecimiento: medir la recepción de este, especialmente su recepción creativa, recontextualizarlo, por eso es importante distinguir entre lo que es coyuntural de las conclusiones del Concilio y lo que es su "espíritu", su propuesta de fondo, el nuevo modo de ser Iglesia inaugurado por él. Y cita como temas que se deben seguir reflexionando: la historicidad de la Revelación y del dogma, la renovación litúrgica, la libertad religiosa, el ecumenismo y el diálogo interreligioso.
El arzobispo se comprometió también en la lucha por la vuelta a la democracia y al respeto a los derechos humanos del país. Poco después de su elección al episcopado, se inauguró el Concilio Vaticano II.
Monseñor McGrath fue miembro de la Comisión Teológica y muy activo participante en la redacción de la Constitución Gaudium et Spes. En ella, especialmente en su elaboración de una teología de los signos de los tiempos, vio un fruto de la intuición de José Cardjin acerca del método de la acción cristiana (Ver, Juzgar, Actuar). Intervino también a favor de un reconocimiento de los laicos como sujetos activos en la Iglesia a partir de su bautismo.
En mayo de 1994, en el tiempo pascual, el Santo Padre aceptó la renuncia que el arzobispo había presentado un año antes, por motivos de salud. Cuando fue ordenado obispo, había escogido como lema episcopal un verso de un himno de la liturgia pascual: Amor sacerdos immolat. Su enfermedad fue larga y penosa. Se esforzó por conservar sus fuerzas, seguir los tratamientos médicos y continuar trabajando y estudiando, mantener sus numerosas amistades y recibir a quien quisiera verlo. En el último tiempo, se hacía leer un libro sobre la espiritualidad de Santa Teresa de Lisieux, y tenía frente a su lecho un cuadro de la Santa Faz de Cristo doliente, pintado por una carmelita panameña. Pero sobre todo quiso celebrar con dignidad y devoción la Eucaristía, diariamente, hasta poco antes de morir. Su mensaje de despedida de la Arquidiócesis, al anunciarse la aceptación de su renuncia, terminaba así: "Dejemos que el Espíritu del Resucitado actúe en nosotros para hacer todas las cosas nuevas."
Víctima del mal de Parkinson, murió el 3 de Agosto del 2000, a las 6:00 a.m, en su residencia de esta capital, el arzobispo emérito de Panamá monseñor Marcos Gregorio McGrath, de 76 años de edad, quien se había retirado de sus actividades públicas en 1994, cuando la enfermedad empezó a minar su salud.
Extracto de: DONOSO E., Fermín, Marcos Gregorio McGrath, C.S.C.
In memoriam, Teología y vida, Santiago 2000, v.41 n.3-4
http://www.oremosjuntos.com/SantoralLatino/MarcosGregorioMcGrath.html